2 Tesalonicenses, ¿carta paulina auténtica?

Códice Vaticanus mostrando 2 Tesalonicenses
Códice Vaticanus mostrando 2 Tesalonicenses 3:11-18 y Hebreos 1:1-2,2.

Nota importante: Esta es una versión modificada de un artículo que escribí el 9 de enero de 2024 para los grupos: “Reconstructores” (WhatsApp) y el grupo de “JESÚS HISTÓRICO” (Facebook). Espero que sea de su agrado.

Índice de contenido

  1. A. Introducción
  2. B. El parecer actual de la academia
  3. C. Recientes resultados hechos a computadora
  4. D. Las razones por las que 2 Tesalonicenses es una falsificación
    1. 1. La relación entre 1 Tesalonicenses y 2 Tesalonicenses
    2. 2. Imitación de 1 Tesalonicenses
    3. 3. Divergencia de 2 Tesalonicenses de 1 Tesalonicenses (y el resto de las cartas auténticas)
  5. E. Conclusión
  6. Referencias

A. Introducción

Recientemente, en una transmisión en torno a la carta a Filemón, se utilizó como soporte para su hipótesis de dicha epístola como falsificación, un versículo a 2 Tesalonicenses como evidencia. Esto se debe a que 2 Tesalonicenses dice en un lugar:

“… no se muevan tan a la ligera de su pensamiento, ni se alarmen ni por un pneuma, ni por una palabra, ni por una carta presuntamente nuestra …” (2 Tesalonicenses 2:2)

El exponente menciona su parecer de que 2 Tesalonicenses es una carta auténtica paulina, mientras que la de Filemón no lo es. Aunque reconozco que en años recientes hay más estudiosos que dudan de la autenticidad de Filemón, quisiera retar de frente esa convicción de que 2 Tesalonicenses es una epístola auténtica. Lo siguiente, es un resumen de los argumentos que he encontrado en las referencias que están en la bibliografía. Se exponen de manera ordenada para facilitar la comprensión de esta cuestión difícil.

B. El parecer actual de la academia

Pedro y Pablo
Pedro y Pablo, pintura por Jusepe de Ribera (ca. 1616).

El parecer actual de la academia, todavía constituyendo la mayoría, es que las cartas auténticas paulinas consisten en siete epístolas distintas:

  • 1 Tesalonicenses
  • Gálatas
  • 1 Corintios
  • 2 Corintios
  • Filipenses
  • Filemón
  • Romanos

El que este listado constituya un consenso actual no significa que sea correcto. Hay estudiosos muy serios que han cuestionado la Carta a Filemón (aunque hasta el presente, no he visto evidencia contundente de ello), mientras que otros incluyen a Colosenses como una forma de evolución del pensamiento paulino en las postrimerías de su actividad.

Otros eruditos sostienen que 2 Tesalonicenses es una carta auténtica, pero, por razones que verán más adelante, estoy convencido de lo contrario.

C. Recientes resultados hechos a computadora

Imagen de programación
Foto por Markus Spiske en Unsplash.

No obstante lo anterior, mucha gente ignora un estudio publicado en la forma de una tesina, por Katarina Laken, en torno a las cartas paulinas. Laken preparó un programa que miró a 9 cartas atribuidas a Pablo. Las mencionadas arriba, excluyendo a Filemón por ser demasiado corta y de temática marcadamente distinta a las demás, y añadiendo a 2 Tesalonicenses, Colosenses y Efesios, que son consideradas por la academia “cartas disputadas”. El programa creado por ella medía elementos de medidas textuales, características sintácticas, uso del vocabulario, n-gramas (secuencia de un número indeterminado de elementos de letras, palabras, puntuaciones, etc.) entre otras.

A computadora (ordenador), aunque la evidencia no necesariamente era del todo tajante y clara, se pudo corroborar que Colosenses, Efesios y 2 Tesalonicenses probablemente NO fueron escritas por el autor de las otras seis cartas. Y lo que es más pertinente para nuestro tema: 2 Tesalonicenses fue la que se desvió más significativamente de las cartas auténticas en todas las medidas, incluyendo los n-gramas. Colosenses y Efesios solamente se desviaron en las características de sintaxis y vocabulario.
Es decir, no solamente el estudio confirma la convicción académica, sino que muestra que, de las llamadas cartas deuteropaulinas, 2 Tesalonicenses es la menos probable a ser auténtica. Por ende, es la menos auténtica (por decirlo así) de las tres.

Para los que quieran acceder a la tesina de Laken, pueden consultar la sección de “Referencias”.

D. Las razones por las que 2 Tesalonicenses es una falsificación

Estatua de San Pablo en el Vaticano
Estatua de San Pablo en el Vaticano creado por Adamo Tadolini. Fotografía cortesía de AngMoKio de Wikimedia Commons. Licencia: CC-BY-SA 2.5 Gen.

1. La relación entre 1 Tesalonicenses y 2 Tesalonicenses

La conclusión anterior es bien extraña, ya que mucha gente defiende que 2 Tesalonicenses “se parece más a las auténticas” que las otras dos cartas. Una vez más, el temperamento y el tono de la carta, se parece mucho a 1 Tesalonicenses y otras cartas como 1 Corintios.

Sostengo que esto es en gran medida por intentos del autor de 2 Tesalonicenses por parecerse en la medida de lo posible a 1 Tesalonicenses. Y aun con todo, dicho autor no lo logra del todo, de otra manera, Laken no hubiera registrado una significativa desviación de las cartas auténticas, incluyendo a 1 Tesalonicenses. Veamos.

La sospecha en torno a la inautenticidad de 2 Tesalonicenses puede trazarse para el siglo XIX, para 1801, con J. C. Chr. Schmidt. Una de las cosas que notó es que en 1 Tesalonicenses se ve una escatología de la pronta llegada del Mesías. Esto lo podemos ver cuando Pablo dice:

En lo que se refiere al tiempo y al momento, hermanos, no tienen necesidad de que les escriba. Ustedes mismos saben perfectamente que el día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche. Cuando digan: “Paz y seguridad”, entonces mismo, de repente, vendrá sobre ellos la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta; y no escaparán. Pero ustedes, hermanos, no viven en la oscuridad para que ese día no les sorprenda como ladrón, pues todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas. Así pues, no durmamos como los demás, sino que velemos y seamos sobrios.

Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Nosotros, por el contrario, que somos del día, seamos sobrios, revistiéndonos de la coraza de la fidelidad y del amor, con el yelmo de la esperanza de salvación. Porque no nos dispuso Dios para la ira, sino para obtener la salvación por medio de nuestro señor Jesús, el Mesías, que murió por nosotros para que, ya estemos despiertos o dormidos, vivamos con él. Por eso, anímense mutuamente y edifíquense los unos a los otros, como están haciendo (1 Tesalonicenses 5:1-11).

El mensaje de este pasaje es inequívoco … Jesús está pronto a llegar. No obstante esto, el mensaje que vemos en 2 Tesalonicenses es marcadamente distinto en cuanto a la prontitud de la llegada del Mesías:

Les rogamos, hermanos, acerca de la venida de nuestro Señor Jesús, el Mesías, y de nuestra reunión con él, que no se muevan tan a la ligera de su pensamiento, ni se alarmen ni por un espíritu, ni por una palabra, ni por una carta presuntamente nuestracomo si estuviera inminente el día del Señor. Que nadie les engañe de ninguna manera, porque antes vendrá la apostasía y se manifestará el hombre inicuo, el hijo de la perdición, el adversario que se rebela contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto, hasta el punto de residir en el templo de Dios, mostrándose como si fuera Dios (2 Tesalonicenses 2:1-3).

Schmidt llegó a la conclusión de que 2 Tesalonicenses era paulino, pero que 5:1-12 tenía rasgos de falsificación o ser una interpolación al texto.

No obstante la conclusión de Schmidt, más adelante en el siglo XIX y en el XX, los eruditos tuvieron sospechas precisamente del carácter presuntamente “paulino” de la carta. 1 Tesalonicenses clarísimamente habla de la prontitud de la llegada del Mesías, y que en todo momento los fieles debían estar preparados para el evento. Por otro lado, 2 Tesalonicenses dice que los fieles no estuvieran tan obsesionados con eso, porque el Mesías no llegaría pronto. Es más, 2 Tesalonicenses afirma que había una carta falsificada a nombre de Pablo dirigida a los fieles de Tesalónica, que hablaba falsamente de la llegada del Mesías. Pero la única carta dirigida a ese público que cumple con ese perfil es … ¡1 Tesalonicenses!

Nota aparte: Esta es la razón por la que no se puede utilizar 2 Tes. 2:2 como evidencia de que la Carta a Filemón es una falsificación. Sencillamente, dicha epístola no cumple con dos aspectos esenciales a los que se refiere el autor de 2 Tesalonicenses: Filemón no fue escrita para las congregaciones de Tesalónica, ni contiene una sola palabra referente a la pronta llegada del Mesías.

La pregunta, entonces, es, ¿cuál de las dos cartas es la auténtica? Aquí es donde nos adentramos en la dimensión cualitativa de ambos textos. 1 Tesalonicenses muestra un gran convencimiento de que Jesucristo vendría pronto del cielo a vencer a los enemigos. Pablo les insta a los fieles mantenerse puros para que cuando ocurra la transmutación de cuerpo carnal a cuerpo pneumático, se pudieran elevar al cielo para recibir al Mesías. Por el contrario, 2 Tesalonicenses ya refleja un intento de ánimo que apologéticamente excusa el hecho de que “el Señor” no hubiera venido todavía, y habla de otros elementos que “deben ocurrir primero” tales como: la aparición del “hombre inicuo” que residiría en el Templo de Dios. Estos elementos y predicciones no aparecen en ningún otro lugar en las cartas auténticas. Es más, no aparecen tampoco ni en las demás pseudopaulinas. Para colmo, 1 Tesalonicenses refleja más fielmente en pensamiento paulino (aunque no plenamente consistente) que encontramos en 1 Corintios 15, que el caso de 2 Tesalonicenses.

Tenemos diversos indicios de que 2 Tesalonicenses (o al menos una sección de ella) es la falsificación, mientras que 1 Tesalonicenses es la auténtica.

2. Imitación de 1 Tesalonicenses

Pablo escribiendo una epístola - Valentin de Boulogne
Pablo escribiendo una epístola, probablemente de Valentin de Boulogne (1618-1620)

Lo más interesante de todo este asunto es que, a pesar de que 2 Tesalonicenses denuncia a 1 Tesalonicenses, intenta imitar en ocasiones su estilo y estructura epistolar. Esto lo notó el famoso autor Wilhelm Wrede quien examinó ambas epístolas.

Veamos unos ejemplos. Así abren las cartas:

“Pablo, Silvano y Timoteo a la asamblea de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesús, el Mesías: gracia y paz a ustedes” (1 Tesalonicenses 1:1).

“Pablo, Silvano y Timoteo a la asamblea de los tesalonicenses en Dios, nuestro Padre, y en el Señor Jesús, el Mesías, gracia y paz a ustedes de parte de Dios Padre, y del Señor Jesús, el Mesías” (2 Tesalonicenses 1:1-2)

Así cierran las dos cartas:

“La gracia de nuestro señor Jesús, el Mesías, sea con ustedes.” (1 Tesalonicenses 5:28).

“La gracia de nuestro señor Jesús, el Mesías, esté con todos ustedes” (2 Tesalonicenses 3:18).

Robert Jewett, en su esfuerzo de demostrar la autenticidad de 2 Tesalonicenses, también encontró otras frases paralelas: “… recordando ante nuestro Dios y padre la obra de la fidelidad de ustedes (érgon písteos), los trabajos de amor y la paciente esperanza en Jesús, el Mesías, y señor nuestro delante de Dios nuestro Padre” (1 Tes. 1:3).

“… Con esa intención ruego sin cesar por ustedes para que nuestro Dios les haga dignos de su vocación y cumpla con su poder todo el deseo de ustedes de hacer el bien y la obra de la fidelidad de ustedes (érgon písteos)” (1 Tes. 1:11)

Érgon písteos” solamente aparece en las cartas auténticas en 1 Tesalonicenses. “… y no dominado por la pasión, como los paganos que no conocen a Dios (oi mé eidotes ton theón)” (1 Tes. 4:5)

“… y con fuego llameante tome venganza de los que no conocen a Dios (oi mé eidotes ton theón) y de los que no obedecen al Buen Anuncio de nuestro Señor Jesús” (2 Tes. 1:8).

“Y en cuanto a ustedes, que el Señor les haga abundar (pleonátzein) y sobreabundar en el amor de unos para con otros …” (1 Tes. 3:12)

“Debemos dar gracias a Dios en todo momento por ustedes, hermanos, como es debido, porque la fidelidad de ustedes crece sobremanera, y abunda (pleonátzein) el amor de todos y cada uno de ustedes hacia los demás” (2 Tes. 1:3).

Aquí se destaca el uso del término “pleonátzein” en relación con el término “agape” (amor).

Les rogamos, hermanos (erotomen de ymas, adelfoi), que tengan en consideración, a los que se fatigan entre ustedes, les presiden en el Señor y les amonestan” (1 Tes. 5:12).

Les rogamos, hermanos (erotomen de ymas, adelfoi), acerca de la venida de nuestro Señor Jesús …” (2 Tes. 2:1)

Esta expresión no solo aparece en 1 Tesalonicenses en otro lugar 4:1, sino también en Filipenses 4:3.

Hay más ejemplos dados por Jewett, pero con los que hemos dado, es más que suficiente para dar cuenta de la apariencia de 2 Tesalonicenses como carta paulina.

Los eruditos también han notado el muy llamativo parecido a dos versos:

“Recuerden, pues, hermanos, nuestro esfuerzo y fatiga: trabajando noche y día para no ser gravosos a ninguno de ustedes (nuktós kai heméras ergazómenoi pros to me epibaresai tina ymon), les proclamamos el Buen Anuncio de Dios” (1 Tes. 1:2:9)

“… ni comimos de balde de pan de nadie, sino que trabajábamos noche y día con esfuerzo y fatiga para no ser gravosos a ninguno de ustedes (nuktós kai heméras ergazómenoi pros to me epibaresai tina ymon)” (2 Tes. 3:8).

En las cartas auténticas paulinas, no vemos esta extensa tendencia de “préstamos” de una sola epístola a otras. Al contrario, esto es más típico de falsificadores que quieren aparentar ser un autor particular. Sencillamente, su autor quiso imitar a 1 Tesalonicenses, a pesar de denunciarlo.

3. Divergencia de 2 Tesalonicenses de 1 Tesalonicenses (y el resto de las cartas auténticas)

Conversión de San Pablo por Caravaggio
Conversión de San Pablo por Caravaggio (1600-1601).

Uno de los acercamientos más importantes es el estilístico, y fue elaborado en las últimas décadas por Darryl Schmidt. En su obra destaca que cuando uno considera la sintaxis de 2 Tes. 1:3-12, notamos que puede tratarse de una oración que no solo es larga y sino altamente compleja, algo que no es típico de Pablo. Schmidt recalca que hay casos en los que las oraciones en las cartas paulinas son bastante largas (e.g. 1 Cor. 6:3-10; 11:24-31), pero nunca con el nivel de complejidad de las cláusulas y subcláusulas que vemos empotradas en 2 Tes. 1:3-12. 2 Tesalonicenses tiene 22 cláusulas en quince niveles de inserción del texto. Esto es mucho más complejo que lo que encontramos incluso en las pseudopaulinas como Colosenses o Efesios. En el caso de las auténticas, el número máximo de cláusulas que encontramos en alguna epístola está en 1 Tesalonicenses: 10 cláusulas insertas en 5 niveles.

Cuando vemos patrones de construcciones genitivas en cadenas que no sean frases. Cuando se calculan para cada mil palabras, 2 Tesalonicenses (al igual que Colosenses y Efesios) tiene un número considerablemente mayor que las que encontramos en las cartas auténticas (el mayor de estas últimas es Romanos, 12.8 cadenas por cada mil palabras). 2 Tesalonicenses, 26.7 cadenas por cada mil palabras.

Schmidt también tuvo en consideración la frecuencia de las construcciones de frases coordinadas vs. subordinadas. Dejando fuera el término “kai” (que es bastante frecuente), la frecuencia de frases coordinadas vs. subordinadas por cada 100 palabras se encuentra en Romanos (68:34), la menor se encuentra en 1 Tesalonicenses (49:38). Las deuteropaulinas, incluyendo 2 Tesalonicenses, contrastan con las auténticas significativamente: Colosenses (18:25); Efesios (27:26); 2 Tesalonicenses (41:37).

De hecho, de todas las cartas auténticas y las deuteropaulinas, virtualmente 2 Tesalonicenses es la carta más compleja de todas, porque el estilo del autor es significativamente más complejo.

No solamente 2 Tesalonicenses se desvía estilísticamente de 1 Tesalonicenses, sino también de su visión escatológica. Esta divergencia también es notable del tono de urgencia en relación con 1 Corintios como epístola que constantemente recuerda la urgencia de predicar el Buen Anuncio paulino y crear ambientes para preparar la pronta llegada del Mesías.

Y no hablemos de otras expresiones semejantes en Romanos 13:2 o Filipenses 4:5.

E. Conclusión

En el presente, no tenemos base alguna para concluir que 2 Tesalonicenses sea una carta auténtica. La mayoría de la academia en este momento piensa que no lo es, aunque hay eruditos de prestigio que continúan sosteniéndolo. Y cada vez que pasa más el tiempo, mayor es la opinión de que no se trata de una carta auténtica. En caso de que sea una falsificación, 2 Tesalonicenses sería lo que Bart Ehrman llama una contrafalsificación, un documento que presenta o refuta a otros documentos como falsificaciones. Irónicamente, 2 Tesalonicenses denuncia a un documento *auténtico* de Pablo como si fuera una falsificación.

Por ende, el nivel de seguridad que muestran algunos divulgadores en torno a este tema es un tanto problemático, especialmente si se emplea para supuestamente demostrar que cartas que la mayoría de los académicos ven como auténticas, no lo son.

La carta 2 Tesalonicenses tiene todas las características de ser una contrafalsificación. En su afán de “desmentir” a 1 Tesalonicenses por proclamar la prontitud de la llegada del Mesías, irónicamente, imita algunos aspectos estilísticos y expresiones para hacerse pasar por Pablo.

Referencias

Ehrman, Bart D. Forgery and Counterforgery: The Use of Literary Deceit in Early Christian Polemics. Oxford University Press, 2013.

Jewett, Robert. First and Second Thessalonians. 3ra. ed. William B. Eerdmans, 2019.

—. The Thessalonian Correspondence. Fortress, 1986.

Laken, Katarina. “An Authorship Study on the Letters of Saint Paul.” Tesis de B.A.. Radbout University Nijmegen, 2018. https://theses.ubn.ru.nl/handle/123456789/7795

Malherbe, Abraham J. The Letters to the Thessalonians. Doubleday, 2000.

Schmidt, Darryl. “The Syntactical Style of 2 Thessalonians: How Pauline Is It?” En The Thessalonian Correspondence. Editado por Raymond F. Collins, 383-393. Leuven University Press, 1990.

Vidal, Senén. Las cartas auténticas de Pablo. Ediciones Mensajero, 2012.


6 thoughts on “2 Tesalonicenses, ¿carta paulina auténtica?

  1. Sin embargo, César Vidal en su libro DICCIONARIO DE LAS TRES RELIGIONES MONOTEISTAS afirma que respecto a las epístolas pastorales (Timoteo 1 y 2 más Tito) que pese a que la Escuela de Tubinga puso en duda su autoría paulina análisis por computador han confirmado la autoría paulina.

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    1. Ese diccionario se escribió en 1993, hace 31 años. La evidencia ya se ha acumulado demasiado en contra de la autoría paulina de las pastorales y hoy día, ni tan siquiera los más acérrimos conservadores en Estados Unidos (fuera de algunos bien cercanos al fundamentalismo) están dispuestos a defenderlo. Sencillamente, el consenso ya pasó la página en torno a ese problema particular.

      En cuanto a César Vidal, su deshonestidad permea bastante en su carrera académica. Además, ha mentido muchísimo en relación con otras estudiosos que no coinciden con su perspectiva. Los embustes que dice sobre Antonio Piñero no solamente son vomitivos, sino que son lo más bajo que he visto en toda mi carrera académica. No confío en él.

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      1. Parece que muchos especialistas del nuevo testamento no se llevan muy bien entre ellos, la opinión de Vidal sobre Piñero, comparto su tesis pero no que caiga en ataques «ad hominem» : Cesar vidal vs Antonio piñero dura critica https://youtu.be/dTi_3AStpm8 vía @YouTube

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      2. Lamento decir que sí … todo eso que dice Vidal es la viva definición de ataques ad hominem. ¡Por supuesto que lo es! Un ataque ad hominem es una estrategia que utiliza la gente para no atender los argumentos. ¿Qué necesidad había de decir que Piñero escribe académicamente porque era sacerdote, y después se casó … como el “típico caso del sacerdote que reniega de sus creencias anteriores”? Eso ES ataque ad hominem. Y más, cuando es FALSO. Es MENTIRA. Es un INVENTO DE VIDAL. Es la viva definición de un libelo.

        El otro ataque de Vidal es que supuestamente Piñero sigue a S. F. G. Brandon. El problema es que Piñero suscribe ALGUNAS tesis de Brandon, pero ciertamente NO TODAS. Por ejemplo, Piñero no alega que Jesús quería llevar a cabo una revolución, y en cuanto a algunas de las tesis de Brandon que sí suscribe, las ha matizado porque en su forma original son indefendibles. O sea, Vidal aquí ciertamente exagera, pero con MUCHA malicia, las tesis reales de Piñero. Es más, Piñero se identifica más como discípulo de Hyam Maccoby, pero ciertamente rechaza de manera tajante muchas de las tesis exageradas de Maccoby. O sea, Piñero es un estudioso que tiene su parecer propio. Y la honestidad intelectual requiere que, si se quiere atacar sus argumentos, … que sea a SUS ARGUMENTOS … no a la persona.

        Esto va mucho más allá de una mera “diferencia de opinión” o de que “se caigan mal”. Si quieres ver una diferencia de opinión, mira los debates entre Piñero e Irving Gatell, o Piñero con Ariel Álvarez. ¡Eso es diferir! Aun si se cayeran mal, así es como se difiere. Lo que hace Vidal NO es eso. Es adoptar una conducta libelosa.

        Y reitero de que su carrera está plagada de oscuridades, porque sus credenciales no son tan sólidas como la gente piensa. Asimismo, mucha gente duda de mucha de su producción. Lee el artículo completo de Wikipedia, para que veas quién es esta persona de verdad (con fuentes): https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9sar_Vidal

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  2. En efecto, César Vidal tiene el vicio de atacar oponentes usando argumentos ad hominem. Verbigratia : sus ataques a la crítica textual basándose en que Westcott y Hort eran ocultistas, por supuesto puede haber argumentos legítimos para defender el texto receptus, la biblia Reina Valera y la Vulgata, pero parece que ni siquiera es cierto que Westcott y Hort estuviesen interesados en el esoterismo, y en cualquier caso eso no refuta sus objeciones al Texto mayoritario. No obstante, todavía se recuerda y comenta en España los dos programas de TVE (“Blanco sobre negro”) de Fernando Sánchez Dragó emitidos en Semana Santa de 2001 en el que César Vidal se “enfrentó” al ateo mayor del Reino, Gonzalo Puente Ojea , en el que refutó contundentemente sus argumentos en contra de la historicidad de Cristo y la veracidad de la Biblia. Yo no soy un fan de César Vidal; no comparto su tendencia al análisis fundamentalista del texto bíblico, además Vidal es creacionista. Sin embargo en el mítico debate de 2001 tumbó a Puente Ojea y eso que Fernando Sánchez Dragó no era precisamente un arbitro neutral. Desde hace unos años Youtube nos permite rememorar el mítico debate sobre la historicidad de los evangelios del 2001, juzgué usted mismo : Jesús de Nazaret (primera parte). Negro sobre blanco de TVE

    Presenta: Fernando Sánchez Dragó.

    Intervienen:

    1. Jose Antonio Martínez Puche
    2. Luis Cencillo
    3. Enrique Miret Magdalena
    4. Gonzalo Puente Ojea
    5. Fernando de Orbaneja
    6. César Vidal

    JESÚS 1 (“Negro sobre Blanco”, TVE, 2001) https://youtu.be/GT–IOYHtRU?si=5ys5bfmrqMQp2qoK a través de @YouTube

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    1. Voy a verlo, pero aclaro que Gonzalo Puente Ojea nunca puso en duda la historicidad de Jesús, sino que puso en duda que el Jesús (o más bien “los jesuses”) que presenta los evangelios era actualmente como Jesús se condujo, hizo y dijo, y coincido con Puente Ojea en ese aspecto.

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